En la región de Akmola, en Kazajistán, concluyó la investigación contra un grupo delictivo organizado en el que participaban empleados de bancos. Secuestraban a personas de sectores socialmente vulnerables y solicitaban préstamos a su nombre por sumas millonarias. Así lo informó el 2 de septiembre la fiscalía regional.
La organización criminal estaba integrada por 25 personas de distintas regiones del país. Entre ellas había trabajadores de varios bancos («Kaspi Bank», «Forte Bank», «Banco Euroasiático», «Jusan Bank»), con cuya participación se cometieron fraudes durante más de cinco años, según el comunicado.
Las víctimas fueron 348 ciudadanos de Kazajistán y los daños ascendieron a 3.700 millones de tenge (6,8 millones de dólares). La investigación identificó bienes adquiridos con dinero ilícito: apartamentos y terrenos en Almaty, automóviles de lujo y grandes sumas de efectivo. El valor total de lo incautado fue de 2.700 millones de tenge (unos 5 millones de dólares).
Todos los integrantes del grupo fueron detenidos y trasladados a un centro de detención temporal. No se revelan otros detalles del caso.
Según informó ORDA.kz, la investigación a gran escala comenzó tras las denuncias de vecinos del distrito de Zerendí. Las personas —principalmente jubilados y familias de bajos recursos— aseguraban que les habían cargado créditos que nunca habían solicitado. El fiscal del distrito inició una revisión, tras lo cual en noviembre de 2024 se abrió una causa penal. En ese momento se hablaba de unas 400 víctimas.